
Responsabilidad Covid
Estoy leyendo el libro Jefa de tu vida, de Charuca, y ayer precisamente leí sobre las quejas. “La queja es un desgaste de energía para todos”. “La queja no es sexi, no es atractiva, no genera confianza ni buena energía”. Son dos de las frases que han hecho que cambie el tono de lo que hoy quería contar sobre la responsabilidad Covid.
Desde que empezó todo esto en marzo he tenido muchos enfados, incluso alguno personal. Me cabreaba ver como la gente a la que aprecio y respeto se pasaba por el forro las restricciones que otros cumplían (perdón por la expresión).
Enfados que no me han llevado a nada, obviamente. Minutos y minutos de mi valioso tiempo quejándome de actitudes de otros. Total, una pérdida de energía inútil.
El otro día, en el blog de Te Conozco Bacalao (100% recomendable si no lo conocéis), mi amiga Reyes escribía sobre la situación, sobre como nos toca cada vez más de cerca, como “a día de hoy todos hemos recibido la mala noticia”. Y es que ya no hay nadie que no tenga una historia triste cercana que contar.
¿Espabilaremos de una vez y haremos las cosas bien?
¿Nos daremos cuenta de que los números que veíamos en la tele no son simples estadísticas y ya tienen el nombre de los nuestros?
¿Dejaremos de culpar a los que nos gobiernan (no voy a entrar en eso, que tienen telita) para asumir nuestras propias responsabilidades?
¿Tanto costaba en Navidad no hacer comidas de 15 o quedarnos en nuestro lugar de residencia respetando los cierres?
Uno, dos, tres…. Respiro y no me enfado. Lo hecho, hecho está. Pero, como ahora estamos pagando las consecuencias TODOS, espero que haya servido para algo.
Me parece durísimo que la muerte de tantas personas sea lo que haga que la sociedad tome conciencia. Pero que sea así de verdad, por favor.
No pasa absolutamente nada por estar unas semanas confinados, en la medida de los posible.
Muchos tenemos la posibilidad de teletrabajar, ¡quedémonos en casa y no pongamos en riesgo a nadie!
Hoy en día hay mil medios a nuestro alcance para estar conectados y sentirnos cerca de nuestra gente. No he hecho tantas videollamadas en mi vida, y seguro que a vosotros os pasa lo mismo.
Se puede salir a pasear a la playa en muchas zonas poco masificadas, ir al campo con las personas que viven bajo tu mismo techo o tomar un café en una terraza con tu pareja (en las comunidades en las que aún se puede).
¿Y los que vivimos solos? ¿Qué vamos a hacer? ¿Perderemos la cabeza? ¿En serio? ¡¡Anda ya!! Me faltan horas para leer todos los libros pendientes, para ver las series de las mil plataformas que hay, hacer deporte online, ponerme mascarillas y potingues varios, hacerme la manicura…¡Hay muchas cosas para entretenernos! Somos muy afortunados, jolín. ¿Os imagináis esta situación cuando no teníamos ni Internet? ¡No nos quejemos tanto y saquemos la parte positiva! Que aquí nadie va a perder la cabeza.
Sé que hay personas que “necesitan” más el contacto social. Y lo pongo entre comillas porque, que me corrijan los expertos si me equivoco, pero las necesidades nos las creamos nosotros mismos. Están en nuestra cabeza. Necesidad es comer, beber y respirar.
Que todo esto nos haga más fuertes. Viniendo de mi me hace hasta gracia, que no he sabido nunca estar sola. Pero somos capaces de adaptarnos a lo que venga.
Mejor estar una temporada así que después lamentarlo. Más vale una comida familiar en mayo TODOS JUNTOS y riendo que saltarnos las normas y la responsabilidad frente al Covid y que esa comida nunca llegue o haya ausencias importantes.
Como os dije hace unas semanas en el post de Nostalgia, me muero de ganas, como todos vosotros, de ver a mi gente, de abrazarlos, de irme de vinos, de bailar con mis amigas, de salir a correr sin mascarilla, de conocer gente nueva sin pensar que me pongo en riesgo, de ir a conciertos…. Si hacemos las cosas bien, eso llegará. ¡Claro que llegará!
Vienen unas semanas de verdadera responsabilidad Covid, ¡hagámoslo bien!


6 Comentarios
Nosoyanonymous
Totalmente me veo reflejado, y es que lo que no podemos controlar debemos de dejarlo pasar, y es dificil, muy difícil, pero como bien dices tu enfado te afecta a ti a la otra persona no.
Mola como escribes, sigue así.
Ánimo que queda ná.
Carmen Navarro
Es complicado pasar del tema y que no nos sienten mal ciertas cosas pero, como dices, lo que no está en nuestra mano, ¿De qué nos vale enfadarnos?
Cada uno tendrá lo que hace en su conciencia. Y por suerte somos muchos los que lo estamos haciendo bien.
Espero que nos podamos ver pronto 😉
Gracias por leerme y por tus ánimos.
Viinia
Yo creo que tanto escuchar: X número de muertos, X números de contagiados, etc ha dejado de «dolernos» para empezar a normalizar lo. Parece que solo vemos números hasta que como tú bien dices, empezamos a ponerles nombres propios… Una lástima 🙁
Carmen Navarro
Totalmente. Por eso espero que la gente se conciencie esta vez y la cosa baje. Si todos pusiéramos un poco de nuestra parte…
laura macia aznar
El quejarse forma parte del ser humano….y además me parece que es una forma de mostrar que estamos vivos y que sentimos, eso sí! no podemos estar todo el rato quejándonos…la diferencia en esta pandemia es la queja de quienes no les ha ocurrido nada y la queja de los que por desgracia les ha tocado el COVID y les ha fulminado…
Cada vez valoro más la importancia de sentirse bien con uno mismo y eso es lo que estoy practicando en esta pandemia, no merece la pena gastar tiempo y energía en dar visibilidad a aquellas personas que no lo están haciendo bien o que se han saltado las recomendaciones, posiblemente con sus actos hayan provocado un daño colateral…eso sí, a cambio, habrán podido disfrutar de lo que tanto ansiaban, pero ¿a qué precio?
Llamadme radical, pero con el COVID, hay personas que me han mostrado que no jugamos en la misma liga….
Carmen Navarro
No puedo estar más de acuerdo, esta situación nos ha demostrado que para nada jugamos todos en la misma liga. Para mi las quejas de las personas que se han visto de verdad tocadas por el virus, están más que justificadas. Aunque creo que, por salud mental, deben intentar no aferrarse a esas quejas. Es muy fácil decirlo desde aquí, que por suerte no me ha tocado de cerca el drama. Pienso que, como bien dices. esta situación nos ha brindado más de un aprendizaje, y es con lo positivo que me quedo.