Miedos
Íntimo y personal

Miedos: malos compañeros

A todos nos pasa que, frente a cualquier cambio o decisión que tengamos que tomar, nos aparecen miedos e inseguridades. Yo no soy experta en psicología, eso se lo dejo a mi hermano y a mi padre. Pero sí que lo soy en miedos, en cambios y, por qué no decirlo, un poquito en valentía.

Yo no soy muy de refranes, como alguna que me está leyendo, pero si hay una frase que siempre me ha encantado y no puedo estar más de acuerdo es “quien no arriesga, no gana”. Y es algo que he intentado aplicar en mi vida personal y profesional.

Es complicado salir de nuestra zona de confort, dejar un trabajo “estable” (hoy en día pocos lo son), romper con una pareja a la que estás acostumbrado, irte de tu ciudad donde tienes todas las comodidades… Pero hay momentos en la vida en las que tenemos que plantearnos, ¿soy feliz con ésto? o ¿tengo la oportunidad de mejorar mi vida? Sé que me repito, pero la vida son dos días. No podemos perder ni un minuto de nuestro tiempo bloqueados por miedos absurdos que no nos hacen avanzar hacia nuestra felicidad.

No quiero decir con esto que haya que lanzarse al vacío en cualquier situación. Cada uno de nosotros sabemos perfectamente qué es lo que nos mueve por dentro, qué es lo que nos hace ilusión, con quién estamos a gusto y con quién no, o a qué queremos dedicar nuestro tiempo. Pero son respuestas que vamos obviando en nuestro día a día con el ritmo que llevamos, no nos paramos a pensarlas porque en muchas ocasiones eso supondría tomar decisiones que cambiarían nuestra vida y que conllevan riesgos.

¿Saldrá mal? ¿Y si me tiro a la piscina con esta persona que me encanta y me rompe el corazón o la cago yo? ¿Qué pasa si cambio de trabajo y a los seis meses me echan? No seríamos humanos si no nos entraran todas estas dudas. Pero repito: quien no arriesga, no gana. Yo siempre he dicho, y he comprobado en mis propias carnes, que todos los cambios basados en decisiones nuestras, son a mejor.

Nos perdemos muchas cosas por miedo a tomar ciertas decisiones y es una pena. Nos estancamos por creencias impuestas desde pequeñitos que nos dicen que hay que “aguantar” que tu jefe te ningunee porque es un trabajo que te da de comer, hay que “aguantar” en una relación que no te hace feliz pero tienes dos niños y no puedes romper esa estabilidad o hay que “aguantar” a tu familia porque es la que te ha tocado aunque te trate fatal. No hay que aguantar nada, es uno de los verbos más horribles que existen.

Para mi es muy importante el autoconocimiento, hablar con uno mismo, dedicar tiempo cada día a analizar nuestra vida, a pensar qué es lo que queremos y cómo podemos alcanzarlo. No se trata de dar un cambio radical a tu vida (o sí, dependiendo de la situación), pero estoy segura de que todos los que me estáis leyendo tenéis la valentía suficiente para derrotar esos miedos, aunque os cueste creer en vosotros. Y nunca nos debemos quedar con la duda de ¿y si lo hubiera intentado?.

Los miedos están ahí, no desaparecen por arte de magia. Pero hay que saber gestionarlos, darles la importancia que tienen y que nunca nos limiten.

Creo que los miedos y la valentía van muy relacionados con el amor propio. Hay veces que nos sentimos pequeñitos e incapaces de afrontar cualquier situación complicada. Y somos más grandes de lo que imaginamos. Si fuera por miedos, ya os digo que yo no estaría aquí sentada contándoos este rollazo, ni tendría la vida que tengo. ¿Es una vida perfecta? ¡Para nada! Pero echo la vista atrás y no puedo estar más contenta de las decisiones que he ido tomando. Algunas salieron mejor que otras, pero todas me han llevado a ser la persona que soy ahora mismo y me encanta.

Y, si hay algo importante para vencer cualquier miedo, es rodearnos de gente valiente a la que admirar y que nos apoye, que nos de esa fuerza externa que necesitamos, que nos diga “todo va a salir bien”, “tú puedes con ésto” o “estoy orgulloso de ti”. Muchos de los que vais a leer este post formáis parte de mi entorno trampolín, ya que habéis estado a mi lado en situaciones complicadas y sois para mi ejemplo a seguir por muchas de las decisiones que habéis tomado. Gracias.

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: