
Lanzarse a la picina
Me encanta la expresión “lanzarse a la piscina”, y todo lo que significa.
El mundo está lleno de valientes y hoy quiero hablar de ellos, porque son ejemplo para muchos de nosotros y dignos de total admiración.
Si hay algo que no me gusta nada es el conformismo, en cualquier ámbito.
Aunque el inconformismo para mi es una virtud, otros lo pueden tomar como rebeldía o ser una mosca cojonera, hablando claro.
Hay quien prefiere un empleado, un amigo o una pareja sumisa, que no de mucho follón, que le deje tranquilo, sin complicaciones, que acate y consienta todo lo que se le dice. Y, por supuesto, sin rechistar.
Y, por otro lado, están los que valoran y admiran al que no se calla, al que da su opinión, propone o arriesga. Aunque me da la sensación de que estos son los menos.
Los inconformistas son esos que, cuando tienen la oportunidad de lanzarse a la piscina, lo hacen y pelean por alcanzar sus sueños.
Creo que esta época maldita ha hecho que muchos despertemos, y aquí me incluyo.
Nos hemos animado a hacer lo que de verdad nos gusta. Hemos parado a pensar un poquito en lo que nos llena y nos hace felices. ¡Y nos hemos lanzado! Porque me repito en casi todos los posts, pero la vida son dos días. ¿Cómo nos vamos a quedar de brazos cruzados sin al menos intentarlo?
En estos meses (ya más de un año de fucking pandemia) hemos aprendido que no hay nada seguro en esta vida. Ni tu trabajo, ni tu economía, incluso ni tu pareja.
Pero de lanzarse a la piscina en lo sentimental ya hablaré en otro momento cuando aprenda a no ser una kamikaze. ¡Que siempre hay que comprobar primero si hay agua en las piscinas!
Las personas que arriesgan y persiguen esos sueños merecen toda nuestra admiración y, por suerte, tengo muchos ejemplos cerca. Personas con las que pasaría horas hablando y contagiándome de su fuerza, de su positividad, de su valor. Porque cuando te rodeas de personas así, las cosas buenas van fluyendo.
Hay quien decide, en su vida adulta, que quiere ir a la universidad y estudiar la carrera que siempre le gustó pero nunca se atrevió. Hay que tener mucha fuerza de voluntad y mucha ilusión para volver a las aulas. ¡Nunca es tarde!
Hay quien decide salir de su zona de confort laboral con ganas de crecer, de aprender y de llegar muy alto. Porque cuando eres bueno en lo que haces, y un compañero diez, las cosas solo pueden irte bien, sea en la empresa que sea. Dependiendo de la situación de cada uno, los cambios son complicados y asustan, no nos vamos a engañar. Pero hay que creer en uno mismo e ir a por todas.
Otras, tras muchos años trabajando para una gran empresa, deciden tomar las riendas de su vida y emprender. Porque son personas con inquietudes, que quieren poner en marcha sus ideas y sus criterios. Que quieren conciliar sus vidas familiares, porque en esta vida hay que tener prioridades y hay tiempo para todo. ¡Estas sí que son auténticas valientes y me quito el sombrero! Mujeres vitamina, que solo con estar cerquita de ellas ya te contagias de la energía que transmiten y quieres trabajar con ellas en todo lo que pueda surgir. ¡Ay cuanta falta nos hace tener junto a nosotros personas así!
Tengo otro ejemplo de una mujer que, con un par de ovarios, ha dejado atrás los miedos y se ha puesto delante de una cámara para hacer lo que más le gusta y que se le da de lujo: contar cuentos. Gina Te CuentaCuentos es un proyecto precioso, que a todos los niños que tengáis cerca les va a encantar. Y a mi, como amiga, me hace estar muy orgullosa. Porque, como ella dice, “si te da vergüenza hacerlo, hazlo con vergüenza”.
Luego están los que llevan todo pa’ lante. Porque no siempre se da el “quien mucho abarca, poco aprieta”. Y hay personas que son capaces de mejorar en su trabajo y a la vez, emprender e ir descubriendo que es posible tener un extra explorando nuevos sectores y sacando partido a su talento. Que nunca nos de miedo arriesgar, aprovechemos todas las oportunidades que nos surjan de hacer lo que nos gusta. Porque es lo que hace que termine el día, estemos agotados, pero satisfechos y con una sonrisa de oreja a oreja.
Y no solo nos lanzamos a la piscina los adultos. La gente joven viene pisando fuerte y me encanta. Hay muchos adolescentes que tienen un gran talento y saben lo que les gusta. A mi que me cuesta escribir artículos semanales, y mi sobrino de 18 años ha escrito un libro. ¡Estoy deseando leerlo y poder hablaros de él muy pronto!
Ya hablé en su momento de los miedos, que son malos compañeros. Están y van a seguir estando. Pero conformarnos nunca nos va a hacer felices. Tampoco infelices, ni frío ni calor. Y, ¿queremos una vida sin sal? ¡No! Queremos una vida plena. Y para ello…. ¡a lanzarse a la piscina todos!


8 Comentarios
Yolanda
🤩🤩🔝
Carmen Navarro
😘😘😘
EvaG
Di que sí, yo admiro a todas esas personas, no es fácil salir de la zona de confort
Carmen Navarro
No es nada fácil, pero es taaaaaan satisfactorio hacer lo que nos gusta, que merece la pena ☺️
Blanca
Me encanta este tema!!! Y nunca lo había pensado pero… “Lanzarse a la piscina” pasa a ser de mis frases favoritas junto a “Los trofeos se ganan en los entrenos, a la competición se va a recogerlos” entre otras…
Yo soy de esas personas inconformistas que además intenta arrastrar a todo el mundo (al pobre Cami lo tengo frito!!), pero creo que la vida es muy corta y pasa demasiado rápido como para dejarnos cosas por hacer y arrepentirnos de los “y si…”
Tengamos cerca personas que nos inspiran y que nos hacen intentar ser más lo que queremos ser y no lo que nos han dicho que tenemos que ser. Y si no podemos tenerlas cerca… mandémonos audios de vez en cuando!
🤩🤩🤩🤩🤩
Carmen Navarro
¡¡Vivan los audios vitamina!! Tú eres parte de la inspiración de este post. Primero por darme la idea y segundo, porque eres de esas personas que lo lleva todo para adelante. Y me flipa ver la ilusión que le pones a todo. No sé de donde sacas las horas del día, pero de verdad que eres un trampolín inmenso para los que estamos en tu vida. Por favor, nunca pierdas esa motivación que muchas veces hace que no me desvíe 🙂 I love you
MARISA
Desde luego un tema muy interesante. Desde mi punto de vista los inconformistas a veces sufren más que lo que acurrucan en la zona de confort. Parece que nunca estás completo, nunca eres lo suficientemente feliz, nunca haces todo lo que quisiste hacer, siempre te falta algo, … al final somos los que más sufrimos aunque en silencio ja ja ja ja
Carmen Navarro
Yo también creo que en la zona de confort se sufre, porque al final no haces todo lo que te gustaría, te contienes, y esa contención no me parece positiva. Lo importante es detectar lo que nos gusta, ser conscientes de que queremos un cambio, e ir a por ello.