Cumpleaños feliz

¡¡Hoy es mi cumple!!

Me encanta este día, soy como una niña pequeña, lo reconozco. Hoy me he levantado un poquito más tarde de lo normal, he encendido el móvil y tenía un montón de mensajes. Ya no se me ha quitado la sonrisa de la cara. Que la gente dedique un minuto de su tiempo a mandarte un mensaje y desearte cosas buenas, que te hagan un audio cantando “cumpleaños feliz” con voz de recién levantada, o que compartan fotos en redes sociales de momentos vividos no tiene precio y me hace sentir inmensamente rica.

Es un día en el que tengo los sentimientos a flor de piel, los que me conocéis sabéis que más de una lagrimita soltaré hoy. Pero, ¡qué felicidad!

37 añazos, que se dice pronto. Y yo me siento como si siguiera cumpliendo veinte. Probablemente si fuera así (y no tuviéramos el maldito Covid en nuestras vidas) estaríamos organizando botellón en casa de mi abuela en Elche y fiesta en Barroco, volveríamos al amanecer después de haber tomado miles de copas, con el acoso correspondiente a nuestro camarero favorito (no diremos su nombre, por si algún día lee esto). ¡Qué buenos recuerdos!

Pero cada cumpleaños, me gusta mirar hacia adelante, a lo que viene. Cuando soplé mis 36 velas nunca me imaginé lo que me deparaban los siguientes 365 días de mi vida. Hoy me han recordado que ha sido un año de APRENDIZAJE, y no puedo estar más de acuerdo. He aprendido el valor que tienen los momentos con una misma, he aprendido a soltar lo que no me hace bien y he aprendido a que puedo conseguir lo que me proponga con ganas y constancia. Me queda muchísimo camino por recorrer, pero estos 36 han sido un gran comienzo.

Desde hace 5 años, cuando soplo las velas hay una protagonista principal para mi deseo. Ella es mi verdadero aprendizaje, la que ha despertado en mi emociones que no sabía que podía llegar a sentir, y eso que yo vengo ñoña de serie. Pero hoy en mi deseo dejaré un hueco grande para que todos los que me rodean estén bien de salud, que es algo que no depende de mi y por eso se lo encomiendo a quien se encargue de los deseos de cumpleaños.

En los que respecta a mi, todo lo que le pido a mis 37 son tareas que yo, y solo yo, puedo cumplir:

• Mirarme al espejo cada mañana y ver todas mis virtudes, mi fortaleza, mis ilusiones, ¡qué leche, soy estupenda! Las ojeras, las mollis y las canas en mi espejo no se ven.
• Seguir aprendiendo como lo hago a diario en mi trabajo. Esforzarme por hacerlo lo mejor posible porque el trabajo bien hecho trae consigo una satisfacción inmensa.
• Continuar con las mismas ganas y pasión por este proyecto que me encanta.
• Disfrutar al máximo de cada momento con miniCarmen. El tiempo pasa volando y no vuelve. Este año he dejado de disfrutarla por bajones que nada tenían que ver con ella. ¿Cómo lo he podido permitir? Nunca más dar prioridad a lo que no lo merece.
• Decir una y otra vez a la gente que tengo cerca lo muchísimo que los quiero y lo que echo de menos a los que tengo lejos. Prepararos porque no me voy a cansar de decíroslo.
• Exprimir al máximo cada ratito de ocio, cada comida, cada paseo, cada reunión con gente que me aporte risas infinitas y apoyo incondicional.
• Cuidarme, porque nada puede hacer que se me quiten las ganas de salir a correr, de comer bien, de descansar, de ponerme mis potingues en la cara…. Porque, aunque en mi espejo no se vean los defectos, verte bien hace que te vengas muy arriba. ¡Necesario!
• Dejar de machacarme y preguntarme el porqué de cosas para las que yo no tengo respuesta. ¿De qué vale esa pérdida de tiempo y de energía? ¡De nada!
• Bailar todo lo que pueda, que es una maravilla y a veces se me olvida.
• Hacer la escapada prometida con mi amiga Blanca: tumbonas, playa, cervecitas, vino y hablar y reír sin parar. ¡De los 37 no pasa!
• Celebrar los 40 de mi amiga María en Tenerife. Beberemos, reiremos y bailaremos hasta no poder más agradeciendo a la vida que hace 10 años nos juntara. No hay velas de cumple que concedan deseos tan inmensos.

Hay quien hace lista de propósitos de año nuevo cuando llega el 31 de diciembre, a mi me gusta hacerlo hoy, pararme un poquito en ver como ha sido mi año, todas las cagadas que he cometido (que este año no han sido pocas) y pensar todo lo que quiero mejorar en el siguiente. ¿Lo conseguiré? ¡¡Claro!! Y espero que vosotros lo vayáis viendo conmigo.

Gracias por estar ahí.